viernes, 7 de febrero de 2014

Ahora que no estás...

Ahora que no estás aquí, es cuando más en falta te echo.

No te das cuenta de lo que se necesitan a los demás hasta que no puedes volver a verlos. Aunque quisieras, no podrías hacer que volviera y tener con esa persona las palabras que no se pronunciaron. Sigue en el recuerdo. Te acompaña cada dia, de una forma invisible, pero permanente. Se allanan las diferencias que antes parecian montañas infranqueables; todo se minimiza.

Te hundes al abismo en la noticia triste, se te hace insufrible su ausencia. ¿Qué va a pasar ahora?.¿Qué será de ese futuro incierto, donde mil pensamientos te arrastran de un lado al otro hasta hacerte perder la razón?.

Asumes su ausencia poco a poco, recordando momentos amables y dichosos. Empiezas a ver su cara y sentir su hacer contigo, muy dentro. Te da miedo poder encontrarla delante tuyo, en el pasillo de la casa, de tanto que la imaginas.

La ausencia: ese solplo de aire frio que te recorre la nuca cuando menos te lo esperas.

Y la despedida definitiva es cuando percibes de forma tangible que ya no está ni estará mañana, ni al otro dia, ni nunca más. Llegas a casa y ves el armario con su ropa y su cama llena de momentos que cabalgan sin control dentro de ti.

Las lágrimas asoman sin control por tus mejillas y te las enjugas como puedes. Ya no tienes mas ánimo de llorar.

Echas un vistazo a la habitación silenciosa y con pesar, muy lentamente, cierras la puerta, como queriendo congelar dentro su ausencia. Esa ausencia que te rompe por dentro.

Mañana será otro día.

Hoy es un día triste, lleno de recuerdos.

Recuerdos y ausencia.

Descanse en paz.


Juanjo O'Pater

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