jueves, 4 de diciembre de 2008

Menos mal...menos mal

Estimados todos y todas:

Que uno tenga la mala fortuna de caer enfermo, es fácil, que esa enfermedad sea de curación larga y penosa ya no lo es tanto, pero posible, pero si lo que te cae es una enfermedad mortal (estoy pensando en una que empieza por can y acaba en cer) ya es una gran tragedia.

Que tengas un juicio proximamente y te quieras garantizar el éxito en el mismo y sacar una buena tajada, estaría bien, pero aparte de un buen abogado - que siempre ayuda - a veces se necesita una mano amiga que ayude en esos momentos.
Que tu pareja se olvida de ti y no estás dispuesto a que otro u otra se lo/la lleve de calle, es un sentimiento de propiedad que algunos tienen y que les lleva a una profunda desilusión cuando ocurre..

Ahora bien, que si lo que queremos en este país de envidiosos es que al vecino que tanta manía le tenemos le entre una picacera por todo el cuerpo, un sarpullido de tipo salami por la cara y otras lindezas, siempre, repito, siempre necesitaremos esa Mano amiga que tanto se echa de menos. (pensamiento: "Si yo pudiera.....").

Bien. Dejemonos de tanto prolegómenos y vayamos al tema que nos atañe: La Mano Amiga

Hay una serie de persona-jes que se anuncian en prensa, radio, televisión y, lo que es más impactante, en los parabrisas de los coches, que juran y perjuran que pueden, porque lo saben hacer, con todo lo que nos atenaza el corazón. Son los Maestros (aquí vendría bien un chaaaannnn del mago Juan Tamariz).

Los maestros está ahí para echar esa Mano Amiga que dije antes, para que no andemos solos por el proceloso camino de la vida, y lo que es más interesante de todo, son consultas, unguentos, sortilegios, y demás trabajos absolutamente garantizados.

No importe si estamos en crisis (que yo creo que no), no importe la religión de cada uno (la suya está por encima de todas las cosas), no importe el sexo de quien le pide ayuda (mejor si es femenino, ya que si la cosa falla el bofetón es menor), ellos están ahí para echarnos una mano amiga al bolsillo.

Os invito a que si véis sus anuncios impactantes por el colorido, tipo de letra, gasto en imprenta que han tenido que desembolsar, los publiquéis en este mismo sitio indicando mas o menos fecha y lugar donde lo recogísteis.

Y sobre todo, sobre todo, reiros a mandibula batiente de sus anuncios, pero no de quienes acuden a sus servicios, que los pobres ya tienen bastante con la poca lucidez de creerse esas patrañas. La desesperación es mucha y a veces en el agobio no se ve a estos falsos profetas que lo único que hacen es sacarte el saín .

Un saludo para todos y todas.

Juanjo



No hay comentarios: